jueves, 1 de noviembre de 2007

Sufriendo pero seguimos



Todo parecía indicar que el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Defensor Sporting de Uruguay iba a ser un trámite para River. Así se vivía en la previa. La gente se acercó masivamente al Estadio Monumental entre banderas, cánticos y euforia. Poco más de 15 minutos faltaban para en inicio del partido y la cabecera popular y las plateas ya lucían repletas. Sin embargo, afuera del estadio las filas superaban los 300 metros. En un desacertado operativo policial, se decidió cancelar una de las entradas por donde habitualmente accedían los socios, generando demoras en el ingreso del público.
La hora señalada llegó, el "River, mi buen amigo..." retumbaba, casi como anhelando que lo escuchen desde La Boca. Es que River estaba por salir al campo de juego y la expectativa era mucha. Cuando Belluschi asomó por el tunel encarando hacia el campo de juego cientos de papeles, decenas de bengalas y casi 50 mil gargantas le dieron un marco espectacular a la salida del equipo.

Mientras la gente seguí entrando y los escalones vacíos ya escaseaban. El grito de la gente era ensordecedor, como para aterrorizar a los visitantes. La euforia siguió durante los minutos iniciales del encuentro, pero al ver que el equipo no reaccionaba como era esperado, el aliento se fue transformando poco a poco en un pedido: "Movete River movete"
Pasó el primer tiempo, aburrido, con pocas situaciones y un nivel de juego flaco. El segundo tiempo arrancó para más de lo mismo, y con el correr de los minutos la expectativa mutó en nerviosismo. ¡Es que si nos hacían un gol quedábamos afuera! Pocas uñas abrán quedado en las manos de los riverplatenses. Fue mucho el sufrimiento durante un partido que, desde el vamos, era accesible. Finalmente el árbitro pitó el final y el grito de victoria sí que esta vez llegó hasta La Boca. Y si desde allí no se dieron cuenta que iba dirigido a ellos, desde el centro de la tribuna se lo recordaron... "Es para vos, es para vos, bostero...." el resto ya lo conocen.
La salida del público fue en orden, pero con la disconformidad latente por la actuación del equipo. "No podemos sufrir contra estos muertos", fue la frase que más se escuchó.
Ahora se viene Arsenal, primero en Sarandí, luego en Nuñez. A mejorar que estamos a tiempo.

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