martes, 30 de octubre de 2007

Que no se corte

River busca prolongar su racha positiva y recibirá esta noche, desde las 21.15, a Defensor Sporting de Uruguay por un lugar en las semifinales de la Sudamericana.

La fiesta-baile-victoria superclásica, sumada a la hazaña frente a Botafogo, generó un cambio rotundo en Núñez. De golpe y porrazo, La Banda pasó a pelear torneo y copa, y el agobio hacia el Káiser quedó en stand by, a pesar de que aún no cicatrizan los papelones históricos logrados en Victoria, San Juan y demás. Pero el mundo River ansía tanto una vuelta olímpica que todo lo mitiga con tal de cortar con estos años de sequía.

Hoy tiran todos para el mismo lado y esta noche el Monumental darán cuenta de ello: los hinchas prometen generar una verdadera caldera desde las tribunas y los jugadores perjuran que saldrán a comerse al conjunto uruguayo más allá de que el empate por 1-1 los clasifique. Es que la clasificación no sólo alimentará la esperanza de volver a levantar una copa, sino que también alargará esta racha ganadora con la que el domingo frente a Independiente se espera dar un nuevo paso en la intención por conseguir otro codiciado sueño, el Apertura.

En el día de ayer se recaudaron más de $ 450.000. Las generales se encuentran totalmente agotadas. Sólo quedan plateas.

Formaciones

miércoles, 24 de octubre de 2007

Volvió a ganar de visitante

La plata hizo la felicidad



Dos goles, algún momento de buen fútbol y muy poco más le alcanzaron a River Plate para derrotar a un limitado Gimnasia y Esgrima La Plata, y conseguir después de siete partidos como visitante en el Apertura, su primera victoria en esa condición.

Sin realizar un gran trabajo colectivo, ni mostrar muchas luces a la hora de crear juego, River fue el dominador de las acciones en los primeros 20 minutos de partido.

Con Augusto Fernández, por la derecha, y algunas apariciones de Ariel Ortega y Diego Buenanotte, River, que además tuvo la pelota en su poder, metió a Gimnasia en su campo, pero nunca le creó peligro.

Es más, en ese lapso la jugada más clara llegó merced a un error de Santiago Gentiletti, quien le cedió la pelota a Sebastián Cejas. El tiro libre lo ejecutó Leonardo Ponzio y el mismo Gentiletti sacó la pelota sobre la línea.

A partir del minuto 21, River se fue diluyendo y Gimnasia comenzó a tomar contacto con la pelota, y a los 25 tuvo su única chance en los primeros 45, cuando un remate de Alvaro Ormeño fue desviado por Eduardo Tuzzio a dos metros de la línea de gol.

Renacía Gimnasia, pero en la jugada siguiente llegó el gol de River. Oscar Ahumada hizo rápido un tiro libre en tres cuartos de cancha, le cedió el balón a Fernando Belluschi, este se la pasó a Ortega, quien con un preciso toque colocó la pelota en el pie izquierdo de Buenanotte, que sacó un preciso zurdazo para establecer el 1 a 0.

Después de la apertura del marcador, River volvió a dominar el trámite del partido, pero volvió a crearle peligro a Gimnasia hasta los 45, cuando un derechazo de Belluschi se fue rozando el palo derecho de Cejas.

El complemento mostró a un Gimnasia diferente. En los primeros 25 minutos, el conjunto dirigido por Julio César Falcioni hizo méritos para alcanzar la igualdad, gracias, en parte al buen trabajo realizado por Luciano Leguizamón (ingresó en el inicio del segundo tiempo por Batalla).

River se vio superado porque Ortega y Buenanotte no tuvieron el mismo rendimiento que en la primera parte, y porque Belluschi y Falcao García continuaban sin aparecer.

Pero a Gimnasia le falló la puntería. Matías Escobar (tuvo dos oportunidades y en ambas tiró la pelota por arriba del travesaño) y Salvatierra (su remate se fue cerca del palo izquierdo de Carrizo) pudieron conseguir el empate, pero no lo consiguieron.

Con el correr de los minutos, River logró imponerse en la lucha en la mitad de la cancha y alejó el juego de las inmediaciones de su área, y en una de las pocas oportunidades que tuvo logró el segundo gol.

A los 36 minutos, Belluschi envió un centro desde la izquierda, Falcao García le ganó la posición a Gentiletti, se dio vuelta y sacó un derechazo cruzado que superó a Cejas.

El 2 a 0 final suena exagerado, pero River supo aprovechar sus mejores momentos e hizo la diferencia.

miércoles, 10 de octubre de 2007

:::::::: El más grande ::::::::



Crecía de a poco, se inflaba mucho más que el precio del tomate. Y lleno de aire en su interior pegó el estirón, asomó su cabeza, generó las primeras emociones y provocó los aplausos de los hinchas que lo admiraban desde la platea San Martín baja. El muñecote, basado en una caricatura de Jorge de Los Ríos, hizo su debut el domingo, en el superclásico. Ya arrancó con el pie derecho. Gozó contra Boca. Cuándo no...

El elegido no podía ser otro que Angel Amadeo Labruna, máximo goleador de la historia de River. ¿Quién entregó semejante homenaje? ¿Cómo? ¿Por qué? "Queríamos hacer algo especial para ese partido, pensamos bastante y se nos ocurrió un inflable. Y decidimos que fuera Labruna porque es inobjetable, el mejor hincha, el que cumplió el sueño de todos: llegó a los siete años, jugó al básquet, hizo natación, entró en las Inferiores, llegó a Primera, salió campeón, le metió 16 goles a Boca, se retiró, volvió como técnico y dio la vuelta después de 18 años...", le cuenta Nahuel Pan, de la Agrupación Caravana Monumental, a Olé. Y no deja ninguna duda: la elección fue más que correcta.

El armado del muñeco demandó tres meses y toda la producción fue riverplatense: los chicos de la agrupación tuvieron la idea, eligieron la caricatura de un dibujante fana del club y llevaron el proyecto a una empresa de inflables cuyo dueño, lógicamente, es hincha de River. Antes, claro, averiguaron las restricciones que tienen que ver con la seguridad (se hizo de material ignífugo) y pidieron el okey al club para ingresarlo el día del partido.

Rápidamente encontraron eco en la gente, que aprobó la idea. Una idea más de estos jóvenes (promedian unos 30 años) que ya en el 2003 impulsaron el homenaje que se le hizo al Feo en el Abasto, sugirieron tener un Día del Hincha y recordaron con actos los 20 años del gol de Alonso con la bocha naranja.

"Ahora —sigue Nahuel— pensamos en esto para jugar con Boca. Y salió bien: creemos que dio suerte y que volvió a ayudar a River". Esta vez fue un Angelito de cinco metros de alto, con alas. El más grande.